Circuito oval de Indianápolis, 19 de mayo de 2011: después de algunos días lluviosos, la pista finalmente comienza a secarse y 40 pilotos se preparan para afrontar la 95ª edición de la Indy 500. Esta prestigiosa carrera es uno de los mayores desafíos del mundo en materia de competición automovilística, a la altura del Gran Premio de Mónaco y las 24 Horas de Le Mans. Son las 12:25 del mediodía, Simona de Silvestro comienza la sexta vuelta en su Dallara verde y blanco. De repente, la suspensión se rompe, el monoplaza choca contra el muro, sale catapultado y acaba envuelto en llamas. “Aquel fue el día en el que los estadounidenses me pusieron el maravilloso apodo”, bromea Simona, piloto oficial de Porsche. “A pesar de sufrir quemaduras en ambas manos, volví a subirme al coche al día siguiente y logré calificar. Desde entonces, me llamaron ‘Iron Maiden’ (Doncella de Hierro) y dejaron de verme como a la ‘Señorita Suiza’ de antaño. Me gusta".
Simona de Silvestro es una profesional con un gran perfil. Durante más de 15 temporadas, la piloto de 31 años ha sabido mantenerse firme en una escena dominada por hombres. En los paddocks de los circuitos, su carácter abierto y su buen humor la han hecho extremadamente popular, mientras sus dotes de pilotaje han logrado que se gane el respeto de todos. “Cuando me llamaban ‘Señorita Suiza’ en EE. UU., no me gustaba en absoluto. Ese apodo, además de muy trillado, no iba conmigo. Muchas deportistas suizas reciben este nombre: la tenista Martina Hingis, entre otras. “Prefiero el nuevo alias”, explica la primera mujer piloto oficial de la escudería Porsche. Sin embargo, lo que ella no sabía al principio es que ‘Iron Maiden’ no es solo una expresión que denota una actitud firme, sino también el nombre de una famosa banda de rock.
“Cuando me enteré de aquello, empecé a escuchar algunas de sus canciones. Rápidamente me di cuenta de que me gustaba el apodo, pero no tanto la música de este grupo", se ríe De Silvestro, quien ahora vive en su Suiza natal tras haber pasado varios años en Estados Unidos y Australia. En lugar de tocar éxitos del rock en su pequeña casa cercana al lago de Zúrich, prefiere escuchar la música de la radio. Mientras tanto, la piloto de Pruebas y Desarrollo del equipo TAG Heuer Porsche de Fórmula E trabaja duro cada día durante esta época de coronavirus. “Paso muchas horas en mi simulador”, dice ella. “Por supuesto, preferiría estar al volante de un monoplaza real en un circuito real, pero las carreras virtuales son en este momento la única manera de entrenar”.
Simona ama la velocidad. Tras competir con éxito en monoplazas en toda Europa, la piloto de 1,71 metros de estatura se fue a Estados Unidos a la edad de 18 años para continuar con su carrera. Apenas dos años después empezaron a llegar los resultados, con las victorias en la categoría reina de la Fórmula Atlantic y en los campeonatos júnior de la IndyCar World Series y el Champ Car World Series. “Nunca he aprovechado el hecho de que, como mujer, soy algo poco habitual en el mundo de la competición. Dejo que los tiempos por vuelta hablen por sí mismos, sin más", explica la piloto de forma fría, tranquila y segura. En la rápida y espectacular IndyCar World Series supo ganarse el respeto. En 2014, el equipo de Fórmula 1 Sauber fichó a De Silvestro, quien más tarde dio el salto a la Fórmula E y al Campeonato Australiano de Turismos. “He vivido experiencias emocionantes y maravillosas. La vida ha sido realmente genial, especialmente en Australia. Aún así, también es agradable volver a casa".
El programa de entrenamiento personal de Simona, que nació en la ciudad de Thun, de habla alemana, y creció en la parte francófona de Suiza, incluye actividades como correr, montar en bicicleta y caminar. “Soy una chica de las montañas”, dice ella. “Subo por los senderos en verano y me encanta deslizarme por las pistas de esquí en invierno a toda velocidad. Afortunadamente, hay muchas oportunidades para los deportistas cerca de donde vivo en el lago de Zúrich. Además del ejercicio diario, recientemente ha sumado una nueva actividad a su acogedora vida hogareña. "He descubierto la alegría de cocinar", dice la futura piloto de un Porsche 911 GT3 R en el ADAC GT Masters. "Hasta ahora solía hacer mis cuatro o cinco platos favoritos, pero ahora tengo un menú mucho más extenso”. La suiza ha sabido aprovechar el mayor tiempo disponible durante la cuarentena para mejorar sus artes culinarias.
“Hace siete años le compré a mi padre una máquina para hacer pasta, a la que ahora hemos sacado buen partido. El resultado es sorprendentemente delicioso”, admite De Silvestro, cuyo padre aporta raíces italianas a la familia. La piloto oficial de Porsche tiene, por ello, doble ciudadanía con pasaporte suizo e italiano. “Obviamente, la pasta es una de mis comidas favoritas”, afirma, y agrega con una sonrisa: “Si el virus nos mantiene encerrados durante unos meses más, tal vez pueda publicar mi propio libro de cocina porque constantemente estoy elaborando platos nuevos. ¡Pero preferiría estar corriendo!”