El Porsche GT4 e-Performance entusiasma a los aficionados en Watkins Glen

Los entrenamientos del IMSA Michelin Pilot Challenge acaban de terminar en Watkins Glen, bajo un cielo plomizo. Los mecánicos han desconectado el cable del Porsche GT4 e-Performance cuando su batería está completamente cargada. Hay energía de sobra para la demostración, incluso aunque se expriman a menudo los 1.088 caballos (800 kW) de potencia máxima. El prototipo eléctrico está listo para salir, solo falta el piloto. Estaba previsto que fuera Jörg Bergmeister, pero su avión llega con retraso.

Lo reemplaza Klaus Bachler, que comenta “de forma inesperada, me encuentro con que puedo disfrutar de las primeras vueltas". El austriaco, piloto habitual del Porsche 911 GT3 R de Pfaff Motorsports en el campeonato IMSA, entra en el GT4 e-Performance, se abrocha el cinturón de seguridad y comienza su trayecto por el antiguo circuito de Fórmula 1, de 5,472 kilómetros.

Un técnico de Porsche Motorsport ha conversado con algunos de los comisarios de pista presentes. "¿Tiene más de 1.000 caballos?", pregunta uno incrédulo. Su colega, mientras tanto, saca un cronómetro del bolsillo de su chaqueta con una sonrisa: "Vamos a ver lo que puede hacer este aparato...".

El Porsche GT4 e-Performance impresiona en Watkins Glen

Con el GT4 e-Performance azul y negro, Klaus Bachler traza la chicane antes de la curva 5, volando por delante de los comisarios. De manera simultánea, seis de ellos gritan “¡asombroso!” y se activa el cronómetro. Primera vuelta: 1:49 minutos. El piloto austriaco tantea los límites con cautela.

Los neumáticos Michelin, fabricados con un 63 % de materiales reciclados, elevan cada vez más su temperatura y, por tanto, aumentan el agarre. Después de cuatro vueltas, el cronómetro se detiene en 1:47 minutos. "Ese es el ritmo de carrera de un GT3", exclama Bachler. "Y eso que no tuvimos tiempo de hacer ajustes. Es absolutamente impresionante. Mis siete vueltas fueron muy divertidas".

El GT4 e-Performance vuelve a la carpa y cae en un merecido sueño de carga. El domingo, entre el warm up y la carrera, será la segunda sesión de demostración. Esta vez ya está presente Jörg Bergmeister. Y muchos más aficionados que imaginan un posible futuro de la copa monomarca.

"Un total de ocho vueltas en Watkins Glen. Fue muy divertido", resume Bergmeister. "Mi vuelta más rápida ha sido de 1:47,7 minutos. Pero eso no fue ni mucho menos el límite. Todavía hay más por venir", era el claro mensaje del embajador de Porsche. Se pensaba que el GT4 e-Performance podría estar al nivel de la actual generación del 911 GT3 Cup y así fue. El más rápido en la Porsche Carrera Cup Norteamérica marcó una vuelta de calificación de 1:47.695 minutos en Watkins Glen, el mismo fin de semana, pero con mucho tiempo de entrenamiento y trabajo de puesta a punto.

El Porsche GT4 e-Performance, de gira por el mundo

"Esto demuestra que el proyecto va por buen camino", afirma Oliver Schwab, Director del "Porsche GT4 e-Performance World Tour". "El entusiasmo entre los aficionados fue claramente visible, al igual que el interés de los comisarios, los equipos y los medios de comunicación. Las sesiones de demostración en Watkins Glen han sido un éxito".

Y seguirá: en agosto, se expondrá en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach. Al mes siguiente, será una de las estrellas de la Rennsport Reunion de Laguna Seca. Una segunda unidad, que se exhibió en Hockenheim y en otros lugares para conmemorar el 75º aniversario de automóviles deportivos Porsche, viajará a Asia y después a Australia. Schwab está expectante: "Ya estoy impaciente por ver el nivel de prestaciones que alcanzaremos durante las exhibiciones previstas en el legendario circuito de Bathurst".